Este es un ejemplo raro de cartografía romana. No es un mapa en el sentido estricto de la palabra, sino un cartograma que muestra un mapa de carreteras imperiales del mundo romano. Cubre un área que va del sureste de Inglaterra al actual Sri-Lanka. No sobreviven copias del original. De acuerdo a las autoridades, las tablas originales fueron copiadas ellas mismas, alrededor del año 250 d. C., de un original de mayor tamaño que data de la primera centuria. Fue mejorado hacia el año 350. La forma de la Tabla tal como nos ha llegado debe haberse fijado en el 500. Esta copia fue encontrada en el S. XV por un académico alemán y posteriormente turnada a Konrad Peutinger en 1508. Desde entonces se conoce como Tablas Peutinger o Itinerarios. En su diseño no se pretende mostrar el mundo completo ni siquiera sus partes principales en la proporción correcta. Su diseño es meramente un compendio gráfico de distancias donde las carreteras se trazan con líneas rectas predominantemente. No se hizo de acuerdo a las reglas de ninguna proyección ni es posible aplicar una escala constante para determinar distancias entre lugares. Tampoco parece haber sido diseñada para propósitos militares, sino que privilegia centros de intercambio, fuentes de agua, refugios de peregrinos, cadenas montañosas y, en tres grandes círculos (Roma, Constantinopla y Antioquía) aparecen tres soberanos que tal vez representen a los hijos de Constantino como símbolos de un imperio tripartita.
Después de la caída del Imperio Romano la cartografía europea pasó a mano de los monjes. El cristianismo trajo consigo un olvido del saber griego y romano. Mucho del tono de la cartografía europea medieval está reflejado en el trabajo de:
Cosmas de Alejandría (547 d.C.)
Cosmas de Alejandría, religioso egipcio, posteriormente recibió el apellido honorario de Indicopleustes (marino hindú). Tanto filosófica como cartográficamente, las ideas de Cosmas estaban estrictamente dictadas por su interpretación literal de la Biblia. Hacia el año 535, y en la soledad de su monasterio, Cosmas escribió, además de sus memorias, una explicación del universo intitulada Topografía Cristiana. La motivación y el objetivo principal al escribirlo fue desacreditar "la doctrina falsa de una tierra esférica". Visualizó el mundo como el Arca de la Alianza: un vasto Tabernáculo de base rectangular, del doble de largo que de ancho y con techo en forma de arco, sostenido por pilares. El Tabernáculo era una copia verdadera del universo. El libro contiene los mapas cristianos más viejos que han sobrevivido. Es uno de los primeros ensayos importantes en geografía científica.
Isidoro de Sevilla (560-636) Santo.
Es el autor del primer mapa impreso en Europa. Durante la edad media los mapas, más que pretender ser precisos, pretendían expresar el concepto del mundo. Como muchas cosas durante el medioevo, la cartografía se vio supeditada a la religión, así vemos los mapas de la cartografía cristiana primitiva y los de Isidoro de Sevilla, cerca del fin de la edad media, centrados en la ciudad de Jerusalén, motivo de las cruzadas. Alrededor de ella se presenta el resto del mundo dividido en tres partes: África, Europa y Asia; el océano dividiendo y rodeando el mundo. A este tipo de mapas se les conoce como "mapas T-O" por la forma de "O" dividida en tres partes por el mar a manera de "T". Isidoro de Sevilla es el primero en definir el mediterráneo por su nombre.
Es el mapa detallado del mundo más viejo que sobrevive (S. VIII). Es pobre científicamente hablando pero se conserva inalterado.
Al-Zarqali
(ó Arzachel, 1028-1087) Astrónomo y geógrafo hispanoárabe. Autor de las Tablas
Toledanas e inventor de un astrolabio "universal", denominado azafea.
Este astrolabio podía ser utilizado en todas las latitudes, estaba basado
en la proyección de la esfera sobre un plano que pasa por los polos.
Determinó que la distancia meridiana entre su observatorio en Toledo y Bagdad,
equivale a 510 30'
; un error de sólo 30 comparado con el
error de Tolomeo de 180.