Ataque de Cumbre.

.

1. Sobre la cara del Lhotse rumbo al campo tres a unos 7,200 m.

2. Campo tres. Richard fuera de la casa de campaña. La casa con los escudos es en donde durmieron Tom y Andrés esa noche.

3. Hacia la banda amarilla ubicada a 7,600 metros. Héctor es el que se ve más próximo al fotógrafo (Andrés).

4. Una vez pasada la banda amarilla vienen las pendientes nevadas que llevan hacia el espolon de ginebra. Abajo se aprecia el CWM occidental.

5. El CWM occidental.

6. Héctor al inicio del espolón de Ginebra. Atrás se aprecia el Cho Oyu.

  1. Llegando al último resalte rocoso del espolón de Ginebra, poco antes de iniciar la travesía hacia el collado sur. (Esta foto debe de ir antes de la siete).

7. El collado sur. Nuestras tiendas se ubicaron en el extremo derecho de la foto. La tienda anaranjada con gris del extremo derecho es una de ellas.

9. Andrés dentro de la casa de campaña en el collado sur poco después de haber llegado.

10. Vista desde un poco arriba del balcón hacia la cumbre sur. Arriba de las rocas es el sitio en el que se colapsó Tom. La pequeña cima de nieve es la cumbre sur a 8,750.

11. Vista hacia el CWM desde 8,400 mts. El pico mas afilado en el ceontro de la foto es el Ama Dablam.

12. Vista hacia el collado sur desde el balcón a 8,380, la pared más blanca es la cara sur del Lhotse.

13. Misma foto que la anterior pero viendo mas hacia el oeste.

14. Igual a la 10 pero de más arriba. Vista desde un poco arriba del balcón hacia la cumbre sur, que es la cima nevada. Arriba de las rocas es el sitio en el que se colapsó Tom.
La pequeña cima de nieve es la cumbre sur a 8,750.

15. Igual a la anterior pero mas arriba.

16. Lhakpa filmando Andrés cerca de 8,700

17.

18.

Héctor y Bart Simpson en su tercera cumbre juntos.

Héctor Ponce de León hizo su tercera cumbre en el Everest a eso de las 9:30, tan sólo 5 horas y media después de salir de campo 4. Aparentemente este hecho notorio, ningún alpinista mexicano ha subido tres veces al Everest, pasó desapercibido para la prensa mexicana. Y también van a pasar desapercibidos probablemente los rescates que Héctor, Andrew Lock y otras personas realizaron ese mismo día. Como observador independiente que tuve el privilegio de ser de este extraordinario día de cumbre, quiero resaltar estos hechos.

Por un lado, Luis Espinoza, que había hecho cumbre a las 8 am, al bajar el Escalón Hillary se encontró sin oxígeno. Hay una serie de circunstancias que desembocaron en esta falta de oxígeno (un sherpa de la expedición que tuvo que regresar por cansancio, un error de Luis al subir con una botella medio vacía, etc...). Luis comenzó a ahogarse, estaba a 8800 m. Trató de bajar poco a poco, pero la hipoxia lo fue adormeciendo. Andrew Lock lo vió y se dio cuenta del problema, pidió a Lapka Gelu que trajera una botella de oxígeno que había en la cumbre sur. Lakpa bajó y regresó en unos minutos, le cambió la botella a Luis como quien cambia un pañal a un bebé y Luis inmediatamente reaccionó y pudo continuar su descenso sin más incidentes.

Hubo otro escalador, de otra expedición, que también se quedó sin oxígeno y a quien los miembros de la expedición de Discovery Channel tardaron en encontrar, pero también le proporcionaron una botella de oxígeno que le permitió descender y salvar la vida.

Pero el rescate más complejo fue el de Tom Masterson. ¿Qué ocurrió con Tom? Pues Tom subió sin oxígeno y llegó muy alto, arriba de los 8700 m. Llegó muy cerca de la cumbre sur. Cuando estaba ahí, en el punto más alto que alcanzó, lo encontró Héctor que iba bajando. Héctor dijo después que lo vió tirado, dando tumbos, con un crampón zafado y con el arnés en los tobillos. Le pareció que estaba mal y que había que ayudarlo. Andrew también lo vio y se acercó a él. Andrew dijo que Tom se abrazó a sus piernas y le pidió que le ayudara. Para ambos era claro que Tom estaba sufriendo un edema cerebral y era necesario ponerle oxígeno, inyectarle dexametasona y hacerle bajar inmediatamente. Pero el asunto se complicó porque Tom se resistió a ponerse el oxígeno y se negó rotundamente a que le inyectaran dexametasona.

Con ayuda de Andrés que llegó unos momentos después, se logró convencer a Tom de que aceptara el oxígeno y comenzara a bajar. Tom fue ayudado a bajar, no sólo en ese momento sino a lo largo de buena parte del descenso de ese día a campo 4 y del día siguiente a campo 2. Esto es lo que asegura Andrés que iba con él y otras personas que lo vieron bajando.

El 18 de mayo todos los escaladores regresaron al campo base.
En la foto Martin y Luis muy contentos de haber regresado.

Aquí aparecen Martin y Tom, visiblemente adelgazados, al llegar a campo base.

Marta probando la máscara de oxígeno que usó Alejandro y que encontró muy incómoda.

Andrés en su tienda de campaña, explicándome lo que había pasado en la montaña.

El caso de Tom fue muy polémico. Andrés, Héctor, Andrew Lock y Lakpa Gelu coincidieron en interpretar lo que había pasado como un edema cerebral de Tom que le había puesto en peligro de morir, mientras que Tom lo interpretó como un error de parte de todos, según él sólo se le había caido un campón y quería que alguien le ayudara a ponérselo.

Martin revisó los ojos de Tom y encontró datos que indicaban que efectivamente había tenido un edema cerebral.

Las interpretaciones opuestas de este incidente provocaron una tensión entre Andrés y Tom que desafortunadamente no llegó a resolverse del todo al terminar la expedición.

Esto ha oscurecido la gran hazaña de ambos, Andrés y Tom. Ambos lograron subir casi a la cumbre sur, no hicieron cumbre como muchos ese día, todos con oxígeno, pero sin usar oxígeno llegaron tan alto como pudieron o como las circunstancias les permitieron. Y llegaron muy alto, casi tanto como los que más alto han llegado. Más alto que la cumbre de cualquier otra montaña. Muy poca gente ha llegado a esas alturas sin oxígeno y en el caso de Tom, haberlo hecho a los 59 años, es una hazaña que merece un reconocimiento. Nadie sabe si Andrés y Tom hubieran podido haber llegado más alto. Si Tom tenía efectivamente un edema cerebral, ya no debía seguir subiendo, si no lo tenía, quizás con sólo haberle ayudado a ponerse el crampón y subirse el arnés hubiera podido seguir. Yo no lo creo. Yo creo que Tom llegó a su límite y es un límite impresionante. Creo que fue un acierto haberlo hecho bajar, aunque a alguien y a él mismo pueda quedarle la duda de que podía haber seguido subiendo. A 8700 metros, hay que tomar decisiones difíciles y para Andrew y Héctor, la decisión de convencer u obligar a Tom a bajar era la más humana y la más generosa. Andrés decidió bajar ahí mismo. ¿Era necesario? ¿Porqué tomó esa decisión? También había llegado a su límite ese día. Ya era tarde, llevaban 15 horas subiendo desde campo 4, era la una o dos de la tarde, estaba cansado y un miembro de su expedición tenía problemas. Tal vez no había llegado a su límite físico, pero era el límite que ese día y las circunstancias permitieron. Creo que hizo bien en dar la vuelta y bajar.

Arriba en las alturas ocurren cosas que abajo no se entienden y de las que cada persona tiene una versión diferente. Probablemente la falta de oxígeno tiene mucho que ver en este fenómeno, que no nos es ajeno al nivel del mar, pero que claramente se amplifica notablemente arriba de los 8000 metros.