Del Campo Base a Gokyo y regreso.
El 6 de mayo Tom y yo salimos del campo base con la idea de ir a Gokyo y regresar antes de que los escaladores (y con ellos Tom) hicieran su intento de cumbre. El tiempo parecía ser bueno pero con vientos en la zona alta, por lo que no eran días adecuados para el ascenso, además de que los escaladores necesitaban un descanso después de su último ascenso de aclimatación. ¿Y Tom no necesitaba descansar? Para él ir a Gokyo y regresar era un descanso. En ese momento no sabíamos que justo al regresar de este trekking Tom iba a comenzar inmediatamente su intento de cumbre, pero supongo que aunque Tom lo hubiera sabido, igualmente hubiera querido hacer este trekking, es incansable.
Así es que el día 6 de mayo, por la tarde emprendimos el viaje. Ése día solo fuimos a Lobuche, tardamos unas 3 horas, incluyendo un corto descanso en Gorak Shep. En la foto de arriba se ve Gorak Shep (5150 m) que lo vamos dejando atrás camino a Lobuche (4930 m), al fondo se ven el Lindtgren y el Khumbutse (6639 m). Como puede aprecierse, el día era magnífico. Poco más tarde, nos encontramos con un sherpa corriendo de subida, entrenaba para el maratón del Everest que se correría el 29 de mayo de campo base a Namche Bazar. El corredor era nada menos que el ganador de la edición del año anterior y que es dueño de un hostal de Lobuche.
Pasamos una noche tranquila en Lobuche, tras una merecida y necesaria ducha. El día amaneció magnífico, como puede verse en la foto tomada al salir de Lobuche rumbo al Cho-La Pass. Al fondo puede apreciarse la imagen imponente del Pumori (7165 m). Pronto nos desviamos del camino a Dugla y Periche por una vereda que sube por la pendiente izquierda, que la falda del Awi Peak. El camino repentinamente hace un giro de 90 grados a la derecha y se interna por el valle del Cholatse Khola en dirección opuesta a Periche.
Hacia atrás podíamos ver durante las varias horas que duró el ascenso al Cho-La pass, la imagen imponente del Ama Dablam (6814 m) y poco más lejos y a la derecha los Kang (6783 m) y Thamserku (6618 m). La foto fue tomada poco después de pasar la pequeña población de Dzonglha, desde donde se hacen ascensos al Lobuche East (6090 m).
El camino al Cho-La Pass es largo con muchas subidas y bajadas, pero las vistas son imponentes. En esta foto se ve el paso Cho-La (5368 m). Es el más bajo que aparece en la foto, con nieve, y que está un poco a la derecha del centro de la foto entre una montaña y un pico rocoso.
Otra vista hacia atrás cuando ya estábamos cerca del paso Cho-La, donde comenzaba la nieve. Al fondo vuelven a verse el Ama Dablam (6814 m), Kang (6783 m)y Thamserku ( 6618 m ) y a la derecha el Cholatse (6440 m), algo escondido, y el Arakamtse (6423 m), que es el pico más cercano.
A sólo unos 500 m del paso Cho-La el camino sobre la nieve tuerce a la izquierda y empieza a dejar de verse el Ama Dablam (al fondo a la derecha). El pico alto al fondo a la izquierda es el Island Peak (6189 m) y los que lo tapan parcialmente son el Lobuche East (6090 m) y el Awi Peak (5425 m). Más o menos por este sitio pasamos a unos trekkers vascos que más tarde encontraríamos en Gokyo.
Mirando de frente aparece el Cho-La Pass (5368 m) tras un nevero con muy poca pendiente. Tom con su acondicionamiento para subir el Everest si oxígeno, iba siempre por delante pero haciendo un esfuerzo de no dejarme muy atrás para no desanimarme. Yo llegué al paso muy cansado, pero también animado por la belleza del paisaje.
Al otro lado la vista no era menos imponente y el descenso era algo complicado. La bajada a Gokyo comienza con un descenso de unos 300 m de desnivel bastante verticales y por tratarse de la cara norte, con hielo sobre rocas, lo que lo hace resbaloso y para mí, aterrador.
Con Tom como guía y yo como obediente seguidor, bajamos esa primera parte sin seguir un camino claro. Una vez pasado el mal trago nos encontramos con un pedregal bastante incómodo de negociar. Esta foto del Cho-La, tomada desde el pedregal a cierta distancia de la bajada difícil, muesta por dónde bajamos. Si yo lo hubiera visto así, no creo que me hubiera animado a bajar por ahí. A subir sí, pero a bajar, no. En fín, ya lo había hecho y sólo hacía falta mirar hacia adelante. El resto de la bajada no ofreció mayor dificultad que la normal de un camino largo. Paramos a comer algo en el primer (y único) poblado antes de Gokyo que se llama Tragnak. Ahí conversamos con unos rusos. Tom que habla algo de ruso se enteró de que algunos de ellos estaban relacionados con la fábrica de ropa Red Fox de San Petersburgo, y les sorprendió mostrándoles que él traía una de esas prendas en su mochila.
No sé cómo me convenció Tom de continuar el mismo día hasta Gokyo. Para llegar a esta población era necesario cruzar el glaciar Ngozumba y ... cruzar glaciares no es lo mío. Pero en fín, cansado y a regañadientes me animé y no me arrepentí. Gokyo resultó ser un sitio maravilloso donde hay unos hostales muy correctos desde los cuales se puede disfrutar de las vistas que ofrece el 3er lago de Gokyo mientras repone uno las fuerzas con los alimentos bien preparados que ofrecen. ¡Un paraíso!
Vista del tercer lago de Gokyo (4750 m) desde nuestra habitación en el hostal “Gokyo Resort”. En este hostal conocimos a varias personas interesantes, los caminantes vascos que habíamos rebasado en el Cho-La, Rhonda Martin enfermera que había estado trabajando en el HRA en Periche, Kirsty Fisher, una simpática chica escocesa, que había estado trabajando en Katmandú, Aaron, un chico americano que también había estado trabajando en Katmandú y nos encontramos con Gabriel, el “base camp manager” de una expedición quebecuá. El ambiente fue agradable.
Al día siguiente, mientras yo descansaba de la paliza del día anterior, a eso de las 5:30 am, Tom se levantó y subió el Gokyo-Ri (5357 m). A eso de las 8:30 lo ví bajar, desayunamos y nos fuimos a ver el cuarto y quinto lagos de Gokyo. Los 5 lagos de Gokyo están ordenados según su altitud. Son lagos formados a lo largo de un riachuelo paralelo al gaciar Ngozumba. Los primeros tres están separados aproximadamente por un kilómetro. Gokyo está a orillas del tercer lago. El cuarto está a unos 3 kilómetros del tercero y el quinto a unos cuatro del cuarto.
Desde el quinto lago de Gokyo, caminando unos minutos hacia el oeste, se llega a la orilla del glaciar Ngozumba y desde ahí se tiene una vista magnífica del Everest (8848 m) y el Lhotse (8501 m) y del South Col entre ambos.
Toda la región de Gokyo está dominada por el Cho-Oyu (8153 m). En esta foto, tomada desde la salida del tercer lago de Gokyo se ve al fondo el Cho-Oyu con todo su imponente macizo, y el poblado de Gokyo a orillas del lago.
Al día siguiente, el 9 de Mayo, nos dirigimos valle abajo hacia Phortse. Es un largo camino de aproximadamente 20 km con vistas muy variadas e interesantes. Ya lejos del glaciar, donde éste se convierte en un simple río (el Dudh Koshi), cruzamos el río y tomamos la vereda del margen derecho que es larguísima y casi siempre se mantiene a una altura cerana a los 4200 m. Una de las vistas desde esa vereda, hacia arriba, muestra el Cho-Oyu al fondo, el rio Dudh Koshi, la vereda a la derecha y, enmedio del camino, una pila de piedras de oración grabadas en alfabeto tibetano.
Otra imagen del mismo camino: unas piedras de oración en una stupa cercana a un poblado.
Varios kilómetros más abajo, otro conjunto de piedras de oración a la orilla del camino.
A la larga el camino se decide a bajar y cuando llega abajo de los 4000 m empieza a haber una vegetación interesante, al menos eso nos pareció después de mes y medio de no ver más que rocas, nieve, hielo y algo de pastos de altura. Había muchas flores como ésta pegadas al suelo, son iris.
También encontramos algunos árboles, en la foto aparece una rama de rododendro en flor.
Al llegar a Phortse (3800 m) nos encontramos con su nuevo monasterio budista.
El interior del monasterio es muy colorido.
Un monje nos mostró cómo se leen los libros sagrados.
Este es el sitio donde se guardan los libros sagrados. Hay uno en cada casilla.
El siguiente día, 10 de mayo, caminamos de Phortse a Dingboche. El camino pasaba a poca distancia de Tengboche. En la foto se ve Tengboche (3867 m) al otro lado del río Imja Drengka con el Thamserku (6618 m) detrás.
Una ampliación de la foto anterior permite ver el monasterio de Tengboche.
Más adelante en el camino a Dingboche tuvimos una vista impresionante del Nuptse (7864 m) y el Lhotse (8501 m) con las nubes de condensación de formas caprichosas producidas por la turbulencia del jetstream. La parte densa de nube que se ve al centro está producida por el choque del viento contra el Everest.
Al llegar a Dingboche encontramos un mensaje escueto: suban a campo base, el 15 y 16 se pronostican como días de cumbre, así que hay que comenzar el ascenso a más tardar el 12. Dormimos esa noche en Dingboche, al día siguiente, el 11 de mayo, subimos a campo base (7 horas caminando) y sin un solo día de descanso Tom (junto con los otros miembros de la expedición) inició su ataque de cumbre el día siguiente, el 12 de mayo. ¡Vaya energía la de Tom! Yo me quedé el día 12 en campo base. El cansancio me duró todavía un par de días en los que Tom subió a campo 2, campo 3 y campo 4. Y el 16 de mayo hizo el ataque final a la cumbre, pero ésa es otra historia.