En mamíferos la reparación de los genes activos está
acoplada a la transcripción (TCR, del inglés Transcription
Coupled Repair). Participan las proteínas de NER, la RNA pol-II,
los factores de acoplamiento CSA, CSB/ Rad26 y el factor de transcripción
TFIIH1 en un complejo proteico llamado reparosoma Imagen. Hay homologías
entre S. cerevisiae, H. sapiens y D. melanogaster para
los genes cuyos productos forman el reparosoma Tabla.
Denissenko et al., (1998) comprobaron que el benzo(a)pireno, derivado
de la combustión del tabaco y otros compuestos orgánicos,
se une de manera preferente a varios codones del gen supresor de tumores
p53. Para la reparación del daño provocado por esos compuestos
orgánicos interviene el sistema TCR. La reparación es más
lenta en la cadena con sentido, que no se transcribe, generando aductos N7-G
en los codones 175, 248 y 253 y provocando en éstos una frecuencia
significativamente mayor de mutaciones (hot spots).
En mamíferos se han estudiado in vitro los genes que intervienen
en NER, ya que están ligados con diferentes enfermedades. Por ejemplo,
en la forma B de Xeroderma pigmentosum y en el síndrome de
Cockayne la ausencia de una helicasa funcional (HXPB/ERCC3/rad25/Ssl2/hay)
con dirección 3’→5’ provoca estas enfermedades, y en la forma D de Xeroderma el defecto se localiza en otra helicasa (HXPD/ERCC2/rad3)
con dirección 5’→3’. Ambas helicasas son componentes del factor de
transcripción TFIIH.