Los Mayas

Los mayas creían que el mundo era circular y flotaba sobre la espalda de un cocodrilo, además definían los puntos cardinales con base en colores: para el Norte usaban el blanco, para el Este usaban el rojo, en el Sur el amarillo y el Oeste negro; en cada punto cardinal ponían un dios tutelar y un árbol.

El principal aporte de la gran cultura maya, a la que se sitúa entre 1,500 a. C. y 1,700 d. C., fue en el campo de la astronomía y en la aritmética. Por ejemplo, tal vez el más exótico sistema de numerales concebido por el ser humano sean los jeroglíficos con cabezas de personas que representan los numerales. La característica más notable de la matemática maya era, no obstante, el "principio del cero". El símbolo que lo representa así como el papel que juega en la numeración posicional, fue utilizado por los mayas muchos años antes que los hindúes y los babilonios. Fue la primera civilización en entender su valor. La península de Yucatán, en México, fue el escenario de su desarrollo durante muchas centurias antes de cristo. La fuente principal de información sobre la cultura maya son los escritos del padre Diego de Landa (1524-1579) quien llegó a México como misionero en 1549 pero quemó muchos de los manuscritos que existían del período clásico por considerarlos herejes, razón por la que la cultura maya de este período se desconoce casi en su totalidad. El tratado de De Landa se intitula Relación de las Cosas de Yucatán.

El único testimonio de la escritura pictográfica prehispánica que se encuentra en nuestro país es el Códice Colombino y procede de la cultura mixteca de la Costa del Pacífico; del pueblo de Tututepec, estado de Oaxaca. El bello estilo del códice es puro, preciso, armonioso, de figuras elegantes, bien acabado y uno de los códices prehispánicos de más calidad estética. Está elaborado en piel de venado 'cola blanca' y consta de un total de 24 hojas de 26x19 cm, unidas en forma de biombo con un largo total aproximado de 6m. Las tres imágenes del mismo que aquí mostramos fueron tomadas de un facsimilar que se encuentra en la biblioteca del INAH.

En 1717 el códice original fue presentado como documento legal en un litigio de tierras entre Tututepec y los vecinos de Sola y en 1897 llegó al antiguo Museo Nacional. La glosas que se agregaron durante el virreinato están casi ilegibles, cubiertas de una sustancia amarilla y aluden a información cartográfica de los pueblos sometidos a la influencia de Tututepec en 1541. La lectura del códice es bastante difícil, por varias razones. Su contenido, que está clasificado como histórico, religioso, ritual y cartográfico, narra la historia de 8 Venado "Garra de Jaguar", uno de los señores mixtecos más poderosos, de capacidades extraordinarias, altamente reverenciado, ser predestinado a convertirse en "Rey de Reyes", "Hombre-Dios", "Señor de todas las regiones mixtecas", "Supremo Sacerdote", en su calidad de gobernante, asiento de la sabiduría humana y divina y cabeza de los altos linajes que perduraron hasta el virreinato. Esto convierte al Códice Colombino en un libro sagrado.

En el año 6 Caña, día 6 serpiente 1043, 75 días después de la muerte de su padre, 8 Venado, a los 20 años, se presenta ante la poderosa diosa de la muerte la Señora 9 Hierba, quien tiene la llave o secreto para manejar el poder del mundo. Esta fue una de las imágenes borradas pero sabemos que, sentada en su trono, "Templo de la Muerte", en un lugar hoy conocido como Mictlantongo, la temible diosa le otorga su protección, le da poder especial y varios objetos de poder consistentes en: una flecha decorada con cabeza de lechuza; un escudo con la imagen de un cráneo; un objeto de Jade casi invisible; un pescado de oro; una trompeta de caracol; otro adorno de jade con cascabeles de oro; un gran broche de turquesa y un vaso para corazones, los cuales tendrá que llevar a Tututepec para convertirse en soberano del importante reino de la costa.


En el centro de la imagen la princesa 6 Mono "Quechquemitl de guerra", protegida de la diosa de la muerte y el Señor 8 Venado "Garra de Jaguar", ricamente ataviado, ofrecen tabaco molido a la misma diosa. En el margen superior derecho, sentada en su trono, (imagen borrada) la temible diosa le otorga al Señor su protección.

En el año 7 Casa 1057, cuando 8 Venado cuenta con 34 años, la historia continua con el signo del año resaltado para indicarnos que se trata de una fecha importante. Esta escena se refiere al matrimonio de 8 Venado con una poderosa princesa tolteca. El evento lo dirige un sacerdote jorobado de nombre 10 Viento y otro de nombre 5 Viento, el cual tiene pintura facial negra alrededor de los ojos, rasgo típico de los toltecas.


En la esquina Superior Derecha se encuentra el Señor 8 Venado "Garra de Jaguar" en Ceremonia Ritual con la diosa 9 caña "Corazón de la Tierra". En la tira central se aprecia la figura de dos sacerdotes toltecas, fácilmente distinguibles por la pintura negra alrededor de los ojos.

En otra escena observamos a nuestro personaje sobre un camino azul, amarillo y rojo, quien seguramente visita a un dios, cuya representación fue borrada, sólo se aprecia parte del templo, sin duda buscando protección y apoyo toda vez que su siguiente empresa era la conquista de Acatlán, en el estado de Puebla, acompañado de su medio hermano 12 Movimiento. En el Códice existen dos lugares que se resaltan por su importancia, uno era el glifo topónimo de Tututepec y otro el de la ciudad sagrada de Quetzalcóatl, a donde 8 Venado llega para una importante ceremonia y depositar el envoltorio sagrado del dios de Tilantongo. En este ritual el sumo sacerdote de la ciudad le perfora con punzón de hueso el septum de su nariz para imponerle la preciosa nariguera de turquesa, cuidadosamente sostenida por otro sacerdote de alto rango, ricamente ataviado, que lo convierte así en soberano tolteca y rey de reyes a sus 34 años.


El Señor 8 Venado en juego de pelota, después de la visita de cuatro personajes ungidos como sacerdotes, encabezados por la encarnación del dios Quetzalcóatl.

En otra escena ocurre una de las más grandes hazañas realizadas por estos sorprendentes personajes quienes ayudan a 8 Venado a expandir su imperio conquistando simbólicamente los ignotos confines del mundo, que es imaginado como un gran disco situado en el centro del universo, que se prolonga horizontal y verticalmente, distribuido en cuatro grandes cuadrantes que se abren en el "ombligo" del mundo y rodeado por el agua inmensa que se extiende por todas partes haciendo del mundo lo eternamente rodeado de agua. Empresa que permite darle características universales al territorio ocupado por 8 Venado. Es de hacerse notar aquí la similitud de la concepción del mundo del poeta griego Homero con la indígena y con los mapas medievales de la forma "T-O". La escena es una de las más bellas del códice por su realismo y movimiento además de su riqueza en símbolos.

En el año 12 Caña 1075, cuando 8 Venado tenía justamente 52 años, tiempo que corresponde en el ciclo indígena a un siglo, se cierra también el ciclo de vida de este respetado personaje mixteco. Su sacrificio ritual queda registrado en una de las páginas finales del Códice Colombino que se conservaron. Parece suceder en otra dimensión, lo que no es un hecho sorprendente para un hombre portentoso que se movía entre el mundo humano y el sobrehumano.

Los Incas

Los Incas suponen una variante de las cosmologías circulares de Mesopotamia, China, India (circunferencias concéntricas). Los cronistas españoles (S. XVI) describen el sistema CECA: dividen sus países en cuatro cuadrantes y cada uno representa varios meses del año, es un esquema social basado en una división cultural donde los cuadrantes se suponen en una combinación rígida. El Noreste (llamado "montaña" por los cronistas españoles) corresponde a la parte amazónica, la cual consideraban salvaje. El Suroeste es la tierra de los antepasados, a la cual tienen un cierto respeto. El Noroeste y el Sureste está ocupado por incas y, en el centro, se encuentra el templo del Sol de Cuzco, desde donde parten una serie de caminos. La cultura Inca del Perú considera mapas en relieve (maquetas), hechos de lodo; se conocen maquetas de la Ciudad de Cuzco y del pueblo de Muyna. Construían sobre madera y piedra los mapas de los lugares que habitaban con niveles de detalle asombrosos para la época. Entre los mapas antiguos más interesantes están los de las islas Marshall, construidos en fibra de palma y la famosa “Piedra de Saihite”, que representa una ciudad.

Los Incas del Perú, en comparación con otros de sus logros culturales, estaban atrasados en matemáticas. No eran hábiles para cálculos matemáticos avanzados. Entre otras cosas, los Incas no tenían el sistema de cómputo tan complejo de los mayas; al ser en cierta forma comparables a los babilonios, estaban interesados sobre todo en llevar registros. El Quipu, desarrollado por ellos, era un instrumento usado para registrar varias clases de problemas matemáticos. Registraban así los resultados del censo anual, llevaban la cuenta del número de animales que poseían y, a pesar de que sus logros matemáticos no eran grandiosos, sus métodos de guardar las estadísticas, que ellos valuaban tanto, eran ingeniosos y aún intrigan a muchos. Sobre esto escribe el inca Garcilaso de la Vega en Comentarios Reales. El Quipu sustituyó sus manifestaciones cartográficas; registró también su astronomía y números mágicos así como sus tradiciones e historia, más aún, y según dice J. Alden Mason "...Los Incas nunca desarrollaron ningún sistema de escritura ya fuera pictográfico, ideográfico o alfabético," no escribieron su historia, no, la ataron entre los muchos nudos que conforman un Quipu.

Los Aztecas

Cuando los europeos llegaron al Nuevo Mundo encontraron pueblos con un conocimiento superior de sus regiones locales. En la civilización azteca de América Central encontraron cartografía muy desarrollada del área.
De los aztecas se conservan bastantes mapas que en general presentan un aspecto muy decorativo y en los que curiosamente se representan con más interés hechos históricos que los propios detalles topográficos. Algunos de estos mapas fueron llevados a Europa para su publicación. Hernán Cortés, en el año 1520, escribió una carta a Carlos V contándole que Moctezuma le había proporcionado una tela en donde estaba dibujada toda la costa del golfo de México, con los posibles puntos de desembarco para la armada española. No se conserva. Otra carta de 1526 habla de otra tela que representa una partición de tierras, un mapa catastral. El cronista Bernal Díaz del Castillo habla de una manta de henequén en donde figura la representación de una ruta y pueblos por donde había pasado. Como mapas aztecas se ha podido encontrar una decena de mapas mexicanos de los siglos 16 y 17, dibujados con estilo preconquista. Este estilo supone la repetición de formas particulares, convenciones, signos que confirman la existencia de una tradición (como es el caso de los caminos, que se definen como una sucesión de pisadas humanas).
Se conserva un plano medio urbano-rural de la laguna de la capital de México, parte occidental de la antigua ciudad; lleva una parcelario de 300 parcelas y existen acequias que comunican unas parcelas con otras. En este mapa existe un añadido posterior, la Iglesia de Santa María la Redonda (1524) que sustituyó al teocali.

Presentamos aquí tres vistas parciales de ese mapa que son copia del original resguardado por el INAH. Está hecho en papel amate y mide 238x168 cm. El mapa está catalogado como cartográfico y muestra la zona de Tenochtitlán-Tlatelolco en el s. XVI temprano. El plano muestra una parte de la ciudad indígena de México cruzada por caminos y acequias. Por el margen izquierdo hay una serie de dibujos de gobernantes indígenas de la ciudad, prehispánicos tanto como coloniales. El más reciente de estos es Cristóbal de Guzmán, gobernador entre 1557 y 1562. Según el estudio de Robertson, una parte de esta serie de gobernantes es una adición al plano y, por consecuencia, no se pueden utilizar para determinar la fecha del plano, probablemente de los primeros años de la época colonial. El estudio de Toussaint, Fernández y Gómez de Orozco, llegó a la conclusión que "el plano corresponde a una fracción de la ciudad indígena, al oriente de Tlatelolco y en el extremo NE de lo que fue la antigua isla..." Se encuentran varias copias y reproducciones del llamado Plano Parcial de la Ciudad de México.


Gobernantes de la Ciudad, prehispánicos y coloniales.

El mapa del valle de Tepletaoztoc que es un mapa rural, muestra colinas, ríos, carreteras, bosques y pirámides con nombres de los lugares en jeroglíficos y son, por tanto, de transición entre la cartografía de gente analfabeta y la de personas con un lenguaje propio. Fue dibujado en 1583 y es una queja de ofensas de los indígenas contra una repartición de tierras que hace el gobierno español. Los gobernantes españoles aprovecharon la habilidad de los aztecas para hacer mapas y los modificaron: en lugar de teocalis pusieron iglesias,


Sobre un Teocalli como el mostrado en la figura se construyó la Iglesia de Sta. Ma. de la Redonda

los glifos fueron traducidos al castellano, las huellas de pies se sustituyeron por herraduras, etc.


Las antiguas pisadas fueron sustituidas por caminos.

Los mapas aztecas suelen ser de dos tipos.
- La representación de una propiedad o dominio. Los límites son líneas rectas y rojas y se unen en ángulos rectos. En ocasiones junto al mapa suele aparecer el árbol genealógico del propietario, para así afirmar su propiedad.
- Planos urbanos. Algunos cubren sólo el espacio alrededor de un teocali (templo).
Los mapas aztecas formaban parte de una cultura más amplia. Se conocen unos diagramas que, por medio de círculos concéntricos, representan los pueblos sometidos a un señor territorial, o historias pictóricas dibujadas en una manta. Los únicos documentos precolombinos (siglos 14 -15) son mantas históricas o documentos simbólicos de dominios y propiedades, donde también aparecen elementos pictóricos relacionados con la religión. Pero no se sabe acerca del orígen de estos mapas aztecas. Esos mapas eran diferentes a lo que los europeos habían visto; muchos de esos manuscritos se perdieron y su contribución raras veces se reconoce.

Existen a la fecha varios mapas pequeños de diversas regiones del centro como, por ejemplo, los mapas de Cuauhtinchán. El tercer mapa de Cuauhtinchán, que aquí presentamos, es el más pequeño de los cuatro mapas de una zona de Puebla en el siglo XVI, y representa una región limitada de un pueblo. Casi en el centro se encuentra la serranía con el águila dentro de un lugar compuesto de piedras. Esparcidas por el mapa hay agrupaciones de indios, ríos, dibujos de templos indígenas, guerreros y jeroglíficos de varios lugares. La foto mostrada es copia del documento original, hallado en 1892, que se encuentra en la biblioteca del INAH, catalogado como cartográfico-histórico. Está hecho en papel amate y mide 92x112 cm. Fue copiado por Eduardo Bello, a fines del s. XIX, pero se desconoce la localización de ese facsimilar.


Cuauhtinchán no. 3

Un mapa de México que muestra poca influencia europea es la portada del códice Mendoza, que se encuentra en la biblioteca bodleiana de Oxford.

El mapa muestra la fundación de Tenochtitlán con un águila, el símbolo azteca para el sol, sobre un nopal en el centro del sello de la ciudad que tiene abajo. El rectángulo con diagonales es un plano estilizado de la urbanización y sus acueductos, el hogar de alrededor de 150,000 personas en el tiempo de la conquista.

Códices de México

Agradecemos a la Dirección de la Biblioteca del INAH y a su personal las imágenes digitalizadas. El programa de audio es cortesía de la Dirección de Radio UNAM.
Muchas gracias. Julio 2003.

Abraham Cresques (¿?)


Detalle del Atlas Catalán.

El atlas catalán de 1375 fue el resultado del trabajo de una familia de judíos catalanes de Mallorca, al final del siglo 14, comisionados por Carlos V de Francia, en un tiempo en que la reputación de los catalanes, como hacedores de mapas, estaba en lo más alto. El rey Carlos solicitó este mapa a Pedro de Aragón, patrón del mejor cartógrafo mayorquino de la época: Abraham Cresques. El Atlas que surgió contenía la última información sobre Asia y China; posteriormente fue llamado "la imagen más completa del conocimiento geográfico en el medioevo tardío".

Américo Vespucio (1451-1512)

Amerigo Vespucci, nació en Florencia. En 1492 llegó a Sevilla, donde permaneció hasta su muerte, a atender negocios de los Medici en esa ciudad, allí estuvo bajo las órdenes de Juanoto Berardi, florentino también, que se dedicaba al comercio de oro y esclavos y luego fue proveedor de las naves que viajaban al nuevo mundo, que aún no era concebido como tal. Cuando murió Berardi en 1496 Américo decidió dedicarse a la navegación. En 1499 hizo el segundo de sus cuatro controversiales viajes al Nuevo Mundo. Escribió e hizo mapas de las tierras descubiertas por Colón y fue el primero en darse cuenta de que se trataba de un continente nuevo, así que escribió una obra: Mundus Novus, en 1504. Su gran habilidad como cartógrafo fue evidente al mapear los grados longitudinales de la tierra. El cartógrafo Waldseemüller, en su introducción para la versión latina de la Geografía de Ptolomeo, bautizó al nuevo continente como América. El retrato de Vespucio que se muestra está en la galería del palacio de los Ufizzi en florencia. Aparece otro retrato suyo en el mapa de Waldseemüller.

Henricus Martellus (¿?)

Henricus Martellus fue un cartógrafo Alemán, probablemente de Nuremberg. Poco se sabe de su vida. Trabajó en italia entre 1480 y 1496 hizo una serie de mapamundis, uno de ellos, trazado en 1489, se encuentra en la biblioteca de la universidad de Yale y representa la transición entre la visión de Ptolomeo y la de los hombres que exploraron las nuevas rutas marítimas. El mapamundi de Martellus es el primer mapa que presenta al continente africano conforme lo describe Bartolomeo Díaz, quien rodeó el cabo de Buena Esperanza. No hay meridianos ni paralelos ni escalas de longitud, no obstante es posible calcular distancias sobre él. Las líneas de latitud y longitud están convertidas a grados.