Juan de la Cosa (1460-1510)

Juan de la Cosa era el capitán y dueño de la Santa María, una de las carabelas del viaje de Colón, así que fue de los primeros europeos en ver y pisar tierras americanas. Como geógrafo y cartógrafo continuó con la exploración de la costa americana hasta 1509. El mapa mostrado se elaboró alrededor de 1500 y el original se conserva en el museo naval de Madrid. Es la representación más antigua del nuevo mundo. Es de notar la delineación de Cuba, la cual Colón nunca creyó que fuera una isla. En 1503 la reina Isabel le encomendó una misión de espionaje por territorios portugueses, pero fue apresado por ello y la misma reina tuvo que intervenir para lograr su liberación. Murió en Cartagena, en su séptimo y último viaje al nuevo mundo.

Alberto Cantino (?)

Espía italiano al servicio de Ercole d´Este, duque de Ferrara, quien lo envió a Lisboa para recopilar información sobre los descubrimientos de los Portugueses. Los Españoles y los Portugueses consideraban el descubrimiento de nuevas tierras secreto de estado, así que Ercole d´Este encomendó a Cantino un mapa con los descubrimientos de estos dos paises. La gran obra, denominada "la Carta de Cantino", se terminó en los últimos meses del año 1502, por un cartógrafo portugués. El cómo se hizo es un misterio. Es la imagen más antigua de las tierras de América que se conserva, la segunda después de la De la Cosa. Este fue el primer mapa del nuevo mundo donde aparecen referencias seguras sobre Brasil. Aparecen por primera vez el Ecuador, los dos trópicos y Mauritius.

Martín Waldseemüller (1470-1522)
Reconocido humanista y cartógrafo. Nació el Wolfenweiler, cerca de Friburgo, Suiza, alrededor de 1475 y murió como canónigo de St-Dié, en Lorraine, probablemente al comenzar 1522. La primera información verídica relacionada con Waldseemüller se encuentra en su registro de matrícula de la Universidad de Friburgo; su nombre se ingresa en diciembre 7 de 1490 como Martinus Walzenmüller de Friburgo Constantiensis Diocesis. Estudió, entre otras cosas, Teología y se inició tempranamente en estudios de geografía y cartografía. De acuerdo al sentir de la época y los descubrimientos marítimos, tomó conciencia de que se había llegado a un Nuevo Mundo, más que a las Indias o Cartagena y lo ilustra de manera enfática en su mapa del mundo de 1507. Este mapa, uno de los más importantes de la cartografía, es muy grande y difícil de reproducir. En él las Américas se representan como una extensión longitudinal muy limitada ya que fueron ajustadas en un encuadre tolemaico modificado y debido a que las costas oeste no se habían explorado. En la punta del mapa hay dos proyecciones hemisféricas globulares con representaciones de Tolomeo como el cartógrafo del Viejo Mundo y de Vespucio como el del Nuevo. Se aprecia el comienzo de la evolución de la proyección cordiforme (en forma de corazón) que fue desarrollada posteriormente.

Martín Waldseemüller fue el primero en bautizar al nuevo continente como América en su mapa del mundo de 1507 (mostrado en la primera ilustración; en la segunda se muestra en detalle sudamérica, donde aparece por primera vez el nombre asignado al continente). Realmente el mapa se atribuye a Waldseemüller porque en su obra de 1507 Cosmographia Introductio describe precisamente ese mapa, por cierto la obra mencionada es, de hecho, la introducción a la traducción de Waldseemüller de la obra de Ptolomeo, mencionada en el párrafo dedicado a Américo Vespucio. Su mapa del mundo de 1507 se intitula: Universalis cosmographia secundum Ptholomaei traditionem et Americi Vespucii aliorumque lustrationes (Un mapa del mundo de acuerdo a la tradición de Tolomeo y los viajes de Américo Vespucio). Como el mismo Waldseemüller lo dice, solamente cien copias del mapa fueron hechas y de éstas, sólo una se conserva. El mapa consiste de doce secciones grabadas en madera y está arreglada en tres zonas, cada una de las cuales contiene cuatro secciones y cada sección mide 18x 24.5 pulgadas. El mapa cubre un espacio de aproximadamente 36 pies cuadrados. Produjo una impresión profunda y duradera en la cartografía al ser de un tipo totalmente nuevo y al representar la tierra en una grandeza nunca antes imaginada. Su preciado libro Cosmographiae Introductio presenta su gran mapa del mundo y su mapa de pared, así como su pequeño globo, donde también aparece el nombre de América y el texto que los acompaña en el que, además, se da la razón del uso del nombre de América. En el apéndice se encuentra una traducción latina de los cuatro viajes de Américo Vespucio. En la imagen:

se puede leer el título completo de la obra.

Al término de su gran publicación de 1507, Waldseemüller y su amigo Matthias Ringman se dedicaron a completar la nueva edición latina de la Geografía de Tolomeo. En tanto Ringman corregía los textos de las ediciones de Tolomeo publicadas en Roma y en Ulm, ayudado por un manuscrito griego de Italia, Waldseemüller revisaba los mapas que lo acompañaban y lo sumplementó agregando veinte nuevos y diciendo "que puede considerarse como el primer atlas moderno del mundo". En estas tareas era ayudado por el secretario del Duque Rene de Lorraine, el canónigo Gaulthier Lud. Sin embargo, al parecer no logró captar suficientemente el interés del Duque ni el de su hijo en su labor cartográfica, a pesar de sus esfuerzos y trabajo, y en la celebrada edición de Tolomeo de 1513 no aparece su nombre. Una vez completada la edición de la obra de Tolomeo y ya como canónigo de St-Dié, continuó su labor cartográfica publicando tanto el mapa del mundo de la Margarita Philosophica Nova (Estrasburgo, 1515), de Gregorius Reisch, como la Carta marina navigatoria de 1516. Esta última compite en tamaño y valor con el gran mapa del mundo de 1507 y fue muy bien recibida. Lamentablemente, no completa su traducción al alemán de la Carta ni su nueva edición de Tolomeo, antes de su muerte. Los mapas de Waldseemüller y sus explicaciones se conservan casi sin cambio en las ediciones de Tolomeo de 1525, 1535 y 1541. Fue uno de los cartógrafos más distinguidos de su tiempo. Impulsó, con su trabajo, el desarrollo de la cartografía.

La circunnavegación del globo por Fernando Magallanes y Juan Sebastián Elcano entre 1519 y 1522, propició mucha cartografía original. Carlos V ordenó un mapa para su hijo que mostrara la ruta seguida por ellos; el mapa se desarrolló sobre una proyección ovoide en la que los polos se representan como la mitad de la longitud del ecuador, sugiriendo la proyección moderna de Eckert III. De interés especial en este mapa, hecho en 1542, es la delineación de la Américas con el estrecho de Magallanes, el río Colorado y la Baja California. El mapa es el trabajo del cartógrafo veneciano:

Battista Agnese (1514-1564)

Los mapas de Battista Agnese, hechos entre 1536 y 1564, son de los mejores del siglo XVI por su precisión y atención a los detalles, son las cartas de navegación más fascinantes. Hizo cerca de 90 portulanos en Venecia entre 1543 y 1544 y sobreviven 71. Su trabajo más famoso es el atlas de 1546, cuyo mapa del mundo, el más conocido de sus mapas, se presenta aquí y muestra la ruta que siguió Magallanes alrededor del mundo en plata pura pulida; en oro trazó las rutas a Perú y Panamá. De las cabezas de los vientos, que representaban los clásicos 12 vientos, evolucionaron las direcciones de las brújulas actuales. Este tratamiento simbólico de los vientos se da en los mapas del mundo en el siglo X, primeramente. El atlas se encuentra en San Petersburgo.

Martín Cortés (? - 1582)

Martín Cortés de Albacar, nació en la localidad aragonesa de Bujaraloz, España, en el seno de una familia hidalga, de acuerdo a su testimonio. Se mudó a Cádiz antes de 1530. Navegante. No se sabe más de su vida.

Escribió Breve Compendio de la Esfera y del Arte de Navegar, el cual finalizó en 1545 y se imprimió por primera vez en Sevilla en 1551. En esta obra se trata, en tres partes diferenciadas, "la composición del mundo y de los principios universales que para el arte de navegar se requieren", "los movimientos del Sol y de la Luna y de los efectos que sus movimientos causan" y "de la composición y uso de instrumentos y reglas del arte de la navegación". En la historia científica española el Compendio ocupa un lugar único. El trabajo establece la variabilidad de la declinación magnética de la brújula en diferentes lugares del globo, en contraposición a lo aceptado en otros trabajos de la época. Dedicó su libro a Carlos V. El historiador Navarrete menciona que Cortés envió una copia del trabajo a Juan Parent, un patricio de Valencia. En reconocimiento a su valor e interés, en el siglo XVI se tradujo al inglés.

El estilo de Cortés es muy claro metódico y ordenado. Se ocupa también con mayor detalle de algunas cuestiones como las relacionadas con los instrumentos de observación y las cartas marítimas. Su obra tuvo gran difusión en Europa. Su homónimo, hijo de la legendaria Malinche y Hernán Cortés, fue líder de la conspiración de Los Encomenderos (1565-1568) en Nueva España, pero fueron derrotados por completo.

Avanza la Edad Media y los fines catequizadores de los cristianos y católicos los llevan a viajar por el mundo y a navegar hacia tierras desconocidas. La gran cantidad de literatura acerca de la exploración geográfica europea y su representación cartográfica están tan estrechamente relacionadas que, puede decirse, un lugar no se ha descubierto si no se ha hecho un mapa de él, de manera que pueda ser visitado de nuevo. Se hace imperativo contar con mapas especialmente útiles a los marineros. Se hace uso de la brújula y la rosa de los vientos para señalar direcciones en las cartas. Sin embargo, un hombre sabio y hacedor de mapas, Michel Coignet de Antwerp, hace notar que bajo las condiciones existentes y con las proyecciones de mapas hasta entonces conocidas, no tenía caso señalar una dirección en la carta con la brújula: las líneas que radian de la rosa de los vientos, en todas las direcciones rómbicas, son rectas sobre la carta, pero ellas mismas, aplicadas a la superficie esférica del océano, producirían una serie de curvas espirales (loxodromias) que llevarían a un navegante precisamente a quién sabe dónde. ¿Cómo se podría entonces rectificar una línea rómbica espiral y presentarse sobre una hoja de papel de tal forma que la dirección de la brújula se preserve, en contra de todas las adversidades, como una línea recta? La respuesta vino de:

Gerardus Mercator (1512-1594)

Su nombre verdadero era Gerhard Kremer, que, latinizado, se convirtió en Gerardus Mercator, como es reconocido por la mayoría. Geógrafo flamenco, matemático y cartógrafo. Grabador y hacedor de instrumentos maravillosos, pero Mercator era mucho más que eso. Estudió en las mejores escuelas de los Países Bajos y tomó lecciones particulares de matemáticas avanzadas con Gemma Frisius (quien había descrito el proceso de la triangulación, es decir, fijar los lugares por rayos que se intersecan, como técnica de mapeo en 1533), graduándose en la Universidad de Lovaina, Bélgica. Trabajó como profesor retirándose por un tiempo al no poder compaginar sus creencias religiosas con el mundo científico de Aristóteles. De 1537 a 1540 se dedicó a viajar y cartografiar Flandes. En 1538 hizo un mapa del mundo en dos hemisferios basándose en un mapa de Tolomeo, pero dibujado en una proyección doble cordiforme no usual. Fue sobre este mapa que los nombres de "Norte América" y "Sur América" aparecieron por primera vez. Siguiendo a Frisius, Mercator se comprometió en el levantamiento de tierras dando lugar a mapas muy exactos de Europa en 1541 y 1544, los últimos sobre una proyección cónica con dos paralelos estándar. Redujo la longitud del mapa del mediterráneo varios grados, lo que demostró un gran avance científico con respecto a lo logrado por Tolomeo, aunque aún era demasiado largo.

Cuando regresó a Lovaina se ganó la vida con sus manos y cerebro. Uno de los globos celestiales que construyó para el emperador Carlos V fue hecho de cristal con las constelaciones marcadas sobre la superficie con un diamante; suspendido dentro del globo estaba un globo terrestre de madera cubierto con un mapa cuidadosamente grabado del mundo, hecho sobre tiras de papel. Esta clase de artesanía le valió a Mercator la bendición necesaria de la realeza y se hizo tanto famoso como rico y próspero. Trabajó en ella durante años, antes de atacar el problema de formular una proyección de mapas adecuada para la navegación.

Su objetivo fue crear una proyección nueva para estirar los rombos espirales, es decir, hacer una proyección práctica de líneas rectas que distorsionara distancia y formas de las masas de la tierra, tan poco como fuera posible. ¡Una tarea enorme! Pero no era ningún novato ni menos un ignorante en matemáticas. Y como vendedor, estaba interesado en hacer la vida más sencilla al navegante. Comenzó por estirar los meridianos del globo de tal forma que, en lugar de converger a los polos, fueran líneas paralelas verticales extendiéndose hacia el infinito. Al hacerlo produjo una distorsión de las distancias este-oeste, las cuales aumentaron consistentemente desde el ecuador, donde no había distorsión, hasta los polos, donde la distorsión era máxima. Al distorsionar los meridianos, necesariamente distorsionó sus direcciones, ¡pero la dirección era el factor que quería preservar!. Por consiguiente, para ajustar adecuadamente la dirección de sus rombos, aumentó el factor de distancia aún más, separando o alargando cada grado de latitud en la misma proporción en que había distorsionado los meridianos para hacerlos paralelos. De aquí que cerca del ecuador, la distorsión de la distancia (en latitud y longitud) era despreciable en tanto que cerca de los polos la distorsión de las paralelas y de los meridianos era tal que, aún cuando se conservaba la dirección de la brújula, las distancias indicadas estaban tan exageradas que porciones de tierra como Groenlandia y la masa continental del ártico, parecían infladas más allá de la razón.

La proyección de Mercator es una proyección cilíndrica que sólo se puede construir matemáticamente. En esta proyección las paralelas de latitud que sobre el globo están separadas por distancias iguales, se dibujan con una separación que aumenta conforme su distancia al ecuador aumenta, para preservar las formas. Sin embargo, el precio pagado por preservarlas es que las áreas se exageran al distanciarse del ecuador. El efecto es más pronunciado cerca de los polos, por ejemplo, Groenlandia, como ya se dijo, se muestra con un tamaño enormemente exagerado aún cuando se preserve su forma en pequeñas secciones. Los polos mismos no se pueden mostrar en una proyección de Mercator. Sin embargo Mercator hizo lo que se propuso y logró una carta con puntos de brújula y líneas rómbicas en la dirección correcta. Fue suficiente para un solo hombre. Todos sus logros anteriores se eclipsaron con la publicación de un gran mapa del mundo con la proyección que lleva su nombre. Para ese entonces ya se había establecido en Duisburg en el Rhin, lugar al que se mudó después de 1552.

En 1569 apareció el primer mapa del mundo hecho por él, en el que utilizó la conocida proyección de Mercator, de gran utilidad para la navegación, revolucionando con ello la cartografía. En la imagen aparece un detalle de su mapa Nova et Aucta Orbis Terrae (Nueva y más completa representación del globo terrestre propiamente adaptada para sus uso en navegación) de 1569, que consta de 18 hojas separadas, con base en su famosa proyección.

En 1585 comenzó un gran atlas del mundo, que contendría toda la información disponible hasta ese momento. Fue el primero en utlilizar la palabra "Atlas" para una colección de mapas. Murió poco antes de completarlo, en 1594, así que su hijo lo terminó por él. Mercator fue el cartógrafo oficial de Carlos V.

Lamentablemente la carta de Mercator no tuvo éxito inmediato: tuvieron que pasar 30 años para que su mérito y valor fueran reconocidos. Esto se logró gracias a William Barlowe en 1597 y a Edward Wright, dos años después. Barlowe, en su trabajo The Navigator's Supply, evidencia la superioridad de la carta de Mercator sobre todas las existentes para la navegación. Pero reconoce también que no ha sido utilizada. Barlowe es, quizás, el primero en dar una descripción clara y en construir una carta geométricamente, aún cuando no reclamó para sí la autoría del esquema de Mercator. Una de las razones por las que la carta de Mercator permanecía en la ignorancia es que había sido hecha con instrumentos mecánicos (brújula, protactor, dividers,...). El producto terminado era una valiosa pieza de geometría descriptiva, pero no daba al navegador datos numéricos que lo ayudaran a encontrar su posición en el mar. Había preguntas prácticas e importantes que el navegador no podía responder, pero Edward Wright se encargaría de hacerlo. Wright era profesor de matemáticas en Cambridge y colega de Henry Briggs, otro matemático brillante, y de Joseph Napier, Barón de Merchiston en Escocia e inventor de los logaritmos. A diferencia de muchos grandes matemáticos, Wright se esforzaba por infundir confianza en sus estudiantes. En 1599, treinta años después de la primera aparición de la carta de Mercator, publicó un trabajo intitulado: Certaine Errors in Navigation, en el que sin complicar la vida de los marineros con un tratado académico salpicado de símbolos matemáticos, expuso, entre otras, la parte técnica de la proyección de Mercator, diciendo algo como: "Supóngase que la tierra esférica se representa por un balón cubierto por una red de paralelas de latitud y meridianos igualmente espaciados. Colóquese el balón dentro de un cilindro cuyo diámetro interior sea tal que el ecuador de la esfera apenas toque las paredes del cilindro. Ínflese entonces el balón. Conforme se expande, los meridianos curvos se alisarán y aplanarán contra el cilindro. Este proceso continúa sin fin, ya que las regiones polares y los polos mismos nunca se podrán presionar contra las paredes. Si el balón se mantiene contra los lados del cilindro y el cilindro se desenrolla y aplana, lo que queda impreso es la proyección del mundo hecha por Mercator".

La explicación de Wright y el cómo corregir los errores de distancia fueron su contribución máxima a la ciencia de la cartografía. Dio a los marineros la llave de la carta de Mercator y les dijo cómo trazar una trayectoria en ella. Otras proyecciones pueden mostrar mayor exactitud en tamaño y forma, sin embargo, a diferencia de las otras, la de Mercator es para trabajar seriamente sobre ella. Tiene, por sí sola, la invaluable propiedad de que una trayectoria desde cualquier punto deseado se puede marcar con exactitud y facilidad. Es una proyección "conforme" que, aún cuando distorsiona forma y distancia, lo hace sistemáticamente. La "conformidad" o escala, se preserva, los ángulos entre líneas se conservan sin importar el grado de distorsión y es única para la navegación, ya que las líneas rectas son líneas rómbicas o loxodrómicas (líneas donde la brújula tiene un valor constante).

La invención de una proyección geométricamente exacta y conforme, la respuesta a las plegarias de los marineros, era demasiado importante para tener sólo un autor. Wright menciona, por ejemplo, a Martín Cortés a quien acredita haber sugerido una proyección similar a la de Mercator en su libro Breve Compendio de la Esfera y de la Arte de Navegar, sin embargo, tal propuesta no se encuentra en el texto. El trabajo en matemáticas puras sobre las loxodromias desde 1537, del portugués Pedro Nunes, citado por Wright, es relevante. Debe mencionarse también que Erhard Etzlaub se anticipó a Mercator en esta proyección. Él era un hacedor de instrumentos en Nüremberg, entre otras contribuciones, grabó dos mapas sobre marcas de brújula en 1511 y 1515. La proyección de Etzlaub se extiende sobre aproximadamente un décimo de la superficie de la tierra y fue el trabajo de Mercator construir un mapa del mundo usando este principio, sin embargo, Mercator es considerado como el mayor cartógrafo de la era del descubrimiento. La proyección que lleva su nombre no ha rebasado su utilidad después de más de 400 años de existencia y es un ejemplo supremo del valor positivo de un mapa del globo, hecho con un propósito específico.

Proyección de Mercator

Arriba se muestran dos mapas del mundo, el primero se hizo utilizando una proyección de Mercator, el segundo una proyección cilíndrica convencional (equidistante). Notará el lector que en el caso de la proyección de Mercator las líneas de los paralelos no son equidistantes, conforme se alejan del ecuador la distancia entre ellas aumenta. En cambio en la proyección cilíndrica eso no ocurre, la distancia entre los paralelos se mantiene constante en todo el mapa. La proyección de Mercator trae consigo una deformación extra, además de la inherente a las proyecciones cilíndricas (la de Mercator es de este tipo). Groenlandia, que ya de por sí es deformada en la proyección cilíndrica equidistante, aparece mucho más grande aún en la proyección de Mercator, más grande que sudamérica, por ejemplo.

A pesar de esta deformación, la proyección de Mercator posee una cualidad que la hace única para la navegación. Si uno desea ir de un punto A a otro B y traza una línea recta entre ellos, esa línea marca el rumbo que hay que mantener fijo en la brújula, el ángulo que forma la ruta con cada meridiano es constante.

Abraham Ortelius (1527-1598)

Abraham Ortelius, flamenco de origen alemán, estudió griego, latín y matemáticas antes de centrar, casi exclusivamente, su actividad en la geografía y la cartografía.

En 1570 publicó su atlas Theatrum Orbis Terrarum, considerado como el primer éxito comercial inmediato de este tipo de obras. Actualmente se sigue usando la clasificación y estructura de éste. Su primera versión contenía 53 mapas, otra versión tenía 70 mapas: 56 de Europa, 10 de Asia y África y uno de cada continente (conocido hasta esa fecha, claro). En la versión de 1587 presenta 103 mapas y llegó hasta 166 mapas. Realizó una selección sistemática de los mejores mapas disponibles que redibujó con un formato uniforme para la edición de su obra y estableció un orden lógico de los mapas: mapamundi, Europa, Asia, África, Nuevo Mundo. También incluyó una lista con los nombres de los autores de los mapas, a diferencia de muchos de sus contemporáneos. En su primera edición reconoció a 87 de ellos. Este atlas tuvo un gran éxito, sobre todo por su tamaño y formato, fue editado en diversos idiomas y continuó actualizándose y mejorándose hasta 1612.

En 1575 Ortelius fue nombrado geógrafo de Felipe II de España, un cargo que le permitió acceso a los conocimientos acumulados por los exploradores portugueses y españoles. Produjo otros trabajos geográficos entre los que se encuentra Thesaurus Geographicus (1587).


Mapa del Mundo. 1570. Muestra islas atlánticas imaginarias y continentes polares imaginarios.
En la leyenda sobre Terra Autralis, el continente subpolar, se lee que está habitado por pericos gigantescos.


La producción cartográfica europea en sus varias expresiones a fines del siglo 15 y en el 16, se enfocó en el valle del Rhin y a lo largo de sus afluentes: desde Waldeseemüller en St. Die hasta Mercator en Duisburg; desde Holanda hasta Ortelius, en Antwerp; con Hondius, Janssonius, Blaeu, Visscher, Van Keulen y otros en Amsterdam. Como cartógrafo líder en Basilea, Suiza, está Sebastián Munster, quien hizo los primeros mapas separados de los continentes, incluyendo América (1540). Un cartógrafo sobresaliente del renacimiento fue el veneciano Giacomo Gastaldi (1500-1566). Sobre su mapa del mundo de 1546, muchos nombres de lugares de América aparecen por primera vez.

El mapa impreso hecho con una proyección sistemática fue, posiblemente, la contribución que más distingue a la cartografía de este periodo en el renacimiento europeo. Hacia fines del periodo, en la época de oro de la cartografía holandesa destaca la familia de:

Willem Blaeu (1571-1638)

La familia Blaeu (flamencos holandeses) se dedicó durante generaciones al arte de la cartografía y la ilustración geográfica. El primero fue Willem Blaeu. De sus dos hijos, Cornelius (? - 1648) y Joan (o Jan) (1596-1673), el más famoso es este último, quien fungió como cartógrafo oficial de la compañía de las indias orientales holandesa. Los mapas de Jan son verdaderas obras de arte, de esas que se pueden adquirir como rompecabezas de Ravensburger; la ilustración muestra un mapa de Jan Blaeu. Su Atlas Major fue y es, el trabajo más reconocido de su clase que se haya hecho jamás. Se publicó en 1662.

En el periodo de la cartografía de la Revolución Científica destacan los nombres de Edmond Halley, mejor conocido por su predicción del retorno periódico del cometa que lleva su nombre; Johannes Hevelius de Danzing, el cartógrafo lunar más destacado del siglo 17; Giovanni Domenico Cassini, quien supervisó la construcción de un mapa terrestre (planisphére terrestre) en el piso del observatorio de Paris, e Isacc Newton, quien contribuyó específicamente a la cartografía y la geodesia a través de su anuncio, antes de que fuera probado, de que debido a la fuerza centrífuga, la tierra se infla en el ecuador (lugar en que dicha fuerza tiene más intensidad) y se achata en los polos, es decir, la tierra es un esferoide oblato (aplanado por los polos) más que uno prolato (aplanado por el ecuador) o una esfera perfecta, como creía la academia francesa de ese tiempo. Los ingleses contribuyen también con un atlas manuscrito: "South Sea Wagoneer" que consiste en más de cien cartas de las costas del Pacífico, robado a los españoles por los piratas ingleses, en una batalla marítima. De esta época destaca el trabajo original de:

Robert Morden (?-1703)

Fue un cartógrafo, geógrafo y publicista inglés. Trabajó en Londres colaborando con muchos de sus contemporáneos y escribió el libro Geography Rectified or a Description of the New World. Su segunda edición fue publicada en 1688. Su trabajo mejor conocido apareció en "Wm. Camdem's Britannis-English Country Maps" en 1695. También produjo mapas para varios atlas.

En la séptima edición de la Geography Anatomiz'd, cuya portada se muestra, aparecen 16 de sus muy atractivas miniaturas. Una descripción de Asia de encuentra en:

y podemos ver Inglaterra en:


La cartografía se diversifica, hacer mapas es también un arte y un capricho, pero ha quedado indisolublemente unida a las matemáticas.

En el siglo 18 los principios científicos de la cartografía estaban bien establecidos y las inexactitudes notables eran causadas por el desconocimiento de las partes no exploradas del mundo. Al término del siglo 18 y durante el 19, en tanto que la fuerza de la exploración del mundo persistió y el nacionalismo se instalaba, ciertos países Europeos iniciaron levantamientos topográficos nacionales detallados. Contribuyen a este trabajo matemáticos prominentes como Carl Friedrich Gauss, el matemático más famosos del siglo 19 y a quien debemos, entre otras muchas cosas, el término conformidad para hablar de la forma correcta alrededor de un punto, Christian Gottlieb Reichard, Karl Branden Mollweide, Heinrich Christian Albers, el suizo Hassler y el inglés James Gall, cuya famosa proyección cilíndrica resurgió en manos de Arno Peters en 1967. El siglo 19 se considera el de la especialización. Los europeos instrumentaron el sistema métrico que introdujo un lenguaje para escalamiento de mapas más simple y universal y se estableció el meridiano de Greenwich. En el siglo 20 la cartografía revolucionó sus métodos gracias a innovaciones técnicas de envergadura. Por ejemplo, en la primera guerra mundial se usa la fotografía aérea para hacer mapas. Se introducen las computadoras, las mediciones electrónicas de distancia, los sistemas de navegación inercial, entre otros avances y, en 1966, se lanza el primer satélite con propósitos de investigación cartográfica. Internet hace posible que toda esta información llegue a nosotros. A pesar de los grandes avances en las técnicas cartográficas y en el conocimiento, porciones grandes de la superficie de la tierra no se conocen en detalle. El trabajo de levantamiento continúa, por ejemplo, en el contienente de la Antártida.