Cartografía hasta 300 d.C.

¿El mapa más antiguo? No se sabe cuál sea y hay varios que reclaman ese honor, pero el artefacto cartográfico encontrado en Turquía, en 1968, es una pared pintada que data de 6300 a. C.

Placa de Barro Mesopotámica

 

El mapa generalmente aceptado como el más antiguo es una placa de barro cocido, descubierta en 1930 en la ciudad Ga Sur en Mesopotamia. Según se estima, no sin entrar en conflicto, fue hecha hacia el año 2500 a. C.; este mapa representa un distrito (valle) rodeado por dos hileras de colinas y bisecado por un río. Está dibujado en caracteres cuneiformes y símbolos estilizados impresos o grabados en el barro. Se han encontrado otros más, representando el mundo según entendían los Babilonios. Se cree que uno de los fines de estos mapas era el de cobrar impuestos.

Hacer mapas es la variedad más antigua del arte primitivo. La habilidad y necesidad de hacerlos parece ser universal ya que evolucionan de manera independiente en muchas partes distintas de la tierra. En todos los tiempos y lugares se especuló sobre la forma general de la tierra y el lugar que ocupa en el universo. En Grecia, por ejemplo, el poeta Homero (900 a. C.) creía que la tierra tenía forma de disco; él y sus discípulos decían que la tierra era un disco plano rodeado por un océano en movimiento continuo Oceanus. Descansando sobre la orilla del disco terrestre estaba la alta bóveda del cielo, un hemisferio invertido. Entre los filósofos de Mileto encabezados por Tales, el matemático más antiguo registrado, se destacaba:

Anaximandro de Mileto (611?-547? a. C.)

A Anaximandro de Mileto (S. VI a. C.) se le considera el inventor de la cartografía. La contribución sobresaliente de Anaximandro fue la autoría del primer trabajo en prosa relacionado con el cosmos y los orígenes de la vida. El fue el primero en dibujar un mapa del mundo entonces conocido (550 a. C.). No lo diseñó con un objetivo práctico sino como un intento para organizar los hechos geográficos de su época. Su mapa fue esférico porque era la forma en que se concebía ya a la tierra: una esfera que flota libremente en el centro del cielo. Hay quienes dicen que la concibió como un cilindro en cuya parte superior estaba el mundo conocido. Desafortunadamente no sobreviven detalles de su mapa. Fue el primero en poner límites al mundo conocido y registrarlo en forma material, dibujado sobre una tabla de madera. Su mapa fue la piedra sobre la que se construyeron las ciencias de la geografía, la cartografía y la astronomía.

Herodoto (484?-425 a. C.)

Es un historiador griego a quien sus múltiples viajes le permitieron elaborar, sobre bronce, su propio mapa del mundo conocido, alrededor del año 450 a. C.

Se había dicho que el sucesor digno de Homero en los círculos geográficos fue Anaximandro, pero se encontraban también Anaxímenes y Hecateus; este último escribió un tratado de geografía: Viajes alrededor de la tierra. Se discutía ampliamente en el medio sobre el tamaño y la forma probable de la tierra, al tiempo que se intentaba dibujarla. La primera aproximación a la verdad sobre la forma de la tierra vino de Pitágoras, el Ioniano, quien fundó una escuela de filosofía en Crotona cerca de 523 a. C. Es un gran nombre en la historia de la ciencia; tal vez su teoría más importante fue que la tierra, en lugar de ser plana o en forma de disco, era esférica. El cómo llegó a esa conclusión fantástica, la llave de la cartografía, es un misterio. De cualquier manera, los pitagóricos desarrollaron una nueva teoría cósmica alrededor de la tierra esférica y el fuego central del universo. El filósofo Aristóteles (384-322 a. C.) aceptó la forma esférica de la tierra. Aristarco de Samos (310-230 a. C.) adelantó una hipótesis radical sobre el marco filosófico de la astronomía en su relación con la cartografía y no hay la menor duda de que fue él quien propuso la teoría heliocéntrica del universo. Declaró que la tierra se movía alrededor del sol en un círculo al tiempo que giraba sobre su propio eje, 1800 años antes que ¡Copérnico! La aceptación de la teoría de Pitágoras sobre la forma de la tierra desencadenó una multitud de esfuerzos para determinar su tamaño. La primera descripción confiable de cómo se midió la tierra corresponde a:

Eratóstenes de Cirene (276-200 a. C.)

A Eratóstenes se le conoce como "el padre de la geografía" por haber sido el primero en usar la palabra geografía. Su método para medir el tamaño de la tierra es un clásico y fue una contribución sobresaliente a la ciencia de la cartografía.

Eratóstenes elaboró su propio mapa del mundo habitado y estableció su propio sistema de referencia similar a nuestros actuales paralelos y meridianos, muy parecido al de Dicaerco y Polibio. Escogió dos líneas básicas perpendiculares entre sí y dibujó siete paralelas a cada una:

Su mapa es de los más famosos en el mundo clásico. Representa el mundo conocido desde Inglaterra sobre el noroeste hasta la boca del río Ganges en el este y a Libia en el sur. Es el primero que se presenta con líneas paralelas transversas para mostrar latitudes iguales pero las que representan meridianos de longitud, están irregularmente espaciadas. Sin embargo, hace evidente su deseo de plasmar el mundo de manera científica.

Estrabón (~64 - ~24 a. C.)

Nació en lo que ahora es Turquía, pasó muchos años en Roma e hizo varios viajes recorriendo Egipto, el Mar Negro y Etiopía entre otros lugares. Se conserva casi por completo su obra geográfica (escrita alrededor del año 20 de nuestra era) por lo que ha sido posible reconstruir su visión del mundo en la que, se cree, no hay una sola aportación original suya al conocimiento ni un solo mapa compilado por él (en el MIT se posee una traducción en línea de su obra).

Ptolomeo (~200 d. C.)

Prácticamente nada se sabe de la vida de Tolomeo. Las últimas observaciones mencionadas en su obra Almagesto son del año 141 a. C. Sus primeras observaciones registradas datan del año 127. Es el continuador del trabajo de Hiparco y fundó una ciencia de la trigonometría no superada en mil años. El ideal de ambos fue localizar cada lugar de la tierra científicamente de acuerdo a su longitud y latitud, superando lo hasta entonces propuesto y rehaciendo "la ciencia celestial". El sol dio a la cartografía sus primeras tres líneas estándar de partición: el Ecuador, el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio, líneas que dieron algun sentido al término "paralelo". Las mayores contribuciones a la geografía hechas por Hiparco fueron aquellas que, en su tiempo, parecían sólo remotamente conectadas con el tema. La herencia geográfica de la raza humana descansaría, por más de 1200 años, en los escritos de dos hombres: Estrabón el historiador de historiadores y Tolomeo, quien establece un patrón para el futuro. Su Analemma fue la descripción de una esfera proyectada sobre un plano, después conocida como "Proyección Ortográfica". Su trabajo Planispherium describe una esfera proyectada sobre el ecuador en una proyección después llamada "estereográfica". Sus trabajos más importantes fueron la Sintaxis , conocida por el título híbrido Almagesto (compendio de teorías científicas) y su Geographia (la técnica de hacer mapas). Para Tolomeo el mundo podía retratarse de dos maneras: reproducirlo sobre una esfera o dibujarlo sobre una superficie plana. Cada método tiene sus ventajas y desventajas. Si la tierra esférica se proyecta sobre una superficie plana, son necesarios ciertos ajustes. Cualquier proyección produce distorsión con respecto a alguna de sus características. Para mantener las proporciones esféricas de un mapa plano, sugirió una proyección donde los meridianos se dibujarían como líneas rectas equidistantes en el Ecuador, convergiendo a un punto común: el polo norte. Las paralelas se colocarían, a su vez, como arcos de círculo que tienen un centro común en el polo norte. Con instrucciones precisas sobre la construcción, Tolomeo da lugar a la ahora llamada "Proyección Cónica". No obstante, concluye sus anotaciones diciendo que hay una forma aún mejor de retratar el mundo habitado: "Podemos hacer que nuestro mapa se parezca mucho más al mundo conocido si vemos a las líneas meridianas dibujadas de la forma en que las líneas meridianas se ven en el globo...". Especificaba, así, los pasos a seguir para la construcción de la "Proyección Esférica Modificada". Además de las proyecciones cónica y esférica, en su libro Almagesto habla de las proyecciones ortográfica y estereográfica, ahora agrupadas bajo el nombre de proyecciones azimutales. Tolomeo es el primero en usar proyecciones con precisión matemática. La mostrada en la figura se hizo en una proyección esférica modificada y es la más complicada de las proyecciones propuestas por Tolomeo. En el mapa de Ulm, doce sopladores de viento indican las direcciones.

Esto es una elaboración del concepto de cuatro direcciones de los vientos de la antigüedad, número que aumentó a ocho (tal como se planteó en las primeras brújulas para dividir el círculo del horizonte) a dieciseis y, eventualmente, a treinta y dos. Conforme los europeos extendieron su esfera de influencia más allá de los mares, la concepción del mundo tolemaico sería radicalmente alterada. El redescubrimiento de los trabajos de Tolomeo en el oeste coincidió con la era de los grandes encuentros europeos de ultramar, sucesos que, de hecho, están relacionados.

Tolomeo definió en su Geographia los elementos y la forma de la cartografía científica. A pesar de sus errores (sostenía que el sol giraba alrededor de la tierra y calculó la tierra a 3/4 de su tamaño actual) se adelantó a su tiempo en la manera en que la investigación científica debía ser conducida y fue el trabajo canónico sobre el tema por más de 1400 años. Su primer error fue no haber tomado la circunferencia de la tierra como el valor dado por Eratóstenes, sino haber usado el de Poseidonius, sustanciado por Estrabón. Este error hizo que Cristobal Colón descubriera América por accidente, al creer que el mar oeste no sería tan ancho ni tan prohibitivo. Su sistema de proyecciones y coordenadas está todavía en uso. Tolomeo fija la posición de los polos en un mapa diciendo que debe estar orientado de modo que el norte esté en la parte superior derecha. Esto es una convención que se adoptó universalmente y a través de los años. Un mapa no orientado así presenta problemas para su identificación a primera vista; otros simplemente no podrán ser reconocidos (las técnicas modernas permiten cualquier tipo de representación). Los geógrafos de los siglos 15 y 16 se apoyaron de tal modo en el texto Geographia que ignoraron los nuevos descubrimientos de los exploradores marítimos, al grado de retardar el progreso de la cartografía. Durante el siglo 15 se imprimieron en Europa mapas de Tolomeo que ejercieron una gran influencia en los cartógrafos europeos. El primer atlas tolemaico son 26 mapas impresos en placas de cobre grabadas y fue publicado en Bolonia en 1477. Puede decirse, comparando, que Tolomeo fue a la cartografía lo que Copérnico a la astronomía: ambos dieron al mundo su lugar en estas ciencias.

El primer libro de su obra comienza: "La geografía es una representación pictórica de todo el mundo conocido junto con los fenómenos contenidos en él". El trabajo de Tolomeo nos llega sólo a través de manuscritos antiguos raros, el más viejo data del siglo X. La primera traducción al latín de su obra fue hecha por Jacob Angelo en 1406.

Pei-Hsiu (224-273 d. C.)

La literatura China hace referencia a mapas tan antiguos como la séptima centuria a. C. En su época, la cartografía China estaba más avanzada que la de sus contemporáneos, sus mapas eran exactos y detallados, comparados con los otros. A Pei-Hsiu (dinastía Chin) se le atribuye la fundación de la cartografía China, inventó la cuadrícula de referencia (que no tiene nada que ver con el sistema de paralelos y meridianos), el uso de la orientación, la medición de distancias y la indicación de altura. Se le ha comparado con Tolomeo. Fueron casi contemporáneos y ciertamente el papel que cada uno jugó en su mundo es equivalente. No obstante, debido al mutuo aislamiento, los avances científicos de la escuela alejandrina, que estaba en su máximo esplendor en ese tiempo, y a la que pertenecía Tolomeo, no le eran conocidos.